Nací en una Cuba que ya no existe, en una Habana que de tanto recordar ahora es invisible, 1953, año de la Serpiente, en Abril, un 18, la primavera, tiempo de suerte. Nací medio estrangulado, al parecer no quería salir, fue en la Calzada del Cerro, en un hospital con nombre de virgen, frente a un tren de lavados, allí los chinos y sus fogosas mujeres, al lado de un convento de muchachas inútiles. Estudié arte porque no quería ser químico azucarero, ni mecánico de carreras de autos. Escuela San Alejandro, desdibujaba, malas notas, buen profesor de historia de Arte, Alejo, buenas notas. Persistí como pintor hasta los 70, fui expulsado y terminé en los bosques del Este, en las montañas, comencé a escribir versos incendiarios, nada de eso queda, quizás algún que otro poema en los archivos de los que hoy son viejos gendarmes.
ENTREVISTA a TOMAS SÁNCHEZ
PRIMERA PARTE TOMAS SÁNCHEZ: DEL CLAMOR EXPRESIONISTA A LA VASTEDAD DE LA NATURALEZA Por Alejandro Lorenzo. Especial para el El Nuevo Herald. 2014 Miami florida. Tomas Sánchez se ha convertido en el pintor cubano más cotizado de nuestro tiempo. Pero ese éxito en su carrera, ni encontrarse insertado en el cosmopolita círculo de las multinacionales de la cultura, lo han despojado de su sencillez. Cuando uno se encuentra con Tomas Sánchez da la impresión de un hombre que todavía vive en el pueblito de Aguada de Pasajeros, provincia de Las Villas, donde nació en1948. En su personalidad prevalece mucho de lo que pensamos se había extraviado en el hombre contemporáneo: una bondad ilimitada, una capacidad de reconciliación y tolerancia hacia el prójimo, e incluso, hacia aquellos que en su momento lo dañaron. Infatigable creador, Tomas Sánchez, comparte su vida entre la glamurosa ciudad de Miami, Costa Rica y su natal Cuba, donde, cada cierto tiempo vis
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