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JOSÉ LEGRÁ CAMPEON DEL MUNDO Y DE LA VIDA Por Alejandro Lorenzo En el boxeo ser campeón mundial, regional, olímpico, es una meta difícil. Se le va la vida, o buena parte de su vida, o la pierde. A veces una nación logra por un tiempo la gloria cuando uno de sus hijos alcanza el triunfo en una competencia. No importa cuán grande o pequeña sea esa nación, no importa su menor o gran desarrollo económico, ni su sistema político. El nacionalismo se exalta con el triunfo en un campeonato internacional, o queda al menos por un tiempo casi en la orfandad cuando es aniquilado el hombre o los hombres que representan a esa nación. Un boxeador puede entrenar, esforzarse, y sufrir buena cantidad de golpes que luego lo incapacitan física y psicológicamente para el resto de su vida. Entonces lo que parece espectáculo deportivo que genera incalculables sumas en la industria de los medios de comunicación, se trasforma en un conmovedor drama humano en la mayoría desconocido o ign...