El Sacrificio poema en honor a Tarkovsky
A la memoria del cineasta Andrei Tarkovsky Transita la noche. El sabio se inclina ante la cruz. Su mujer duerme y no lo espera a que venga a su lado. La hija es una piedra sobre el amplio mapa de las hojas. El otro descendiente, enmudecido y pequeño, atraviesa las paredes y como un navegante busca el carrusel y la luna, que no son más que cirios encendidos en medio del mar. El Sabio siente que la humanidad pronto sucumbirá, que al amanecer, no estará sobre la tierra. Que un rayo decapitará cada cabeza y nadie tendrá la suerte de renovar sus cantos. Hay Silencio en esa residencia, hay silencio y la nada. Frente a la inmensidad lóbrega que se avecina, La duda lo cubre, lo transforma, lo hace imperceptible. En esa noche hubiera querido la presencia de la hechicera que en un juego de ángeles lo hacia volar por las huellas de su pasado. El Sabio implora. " Oh Dios que derribas los muros, y cuelgas